Tras la autenticación de la firma por parte de personas del círculo cercano a Juan Carlos Argüello, el Observatorio de Arte Urbano se pone en contacto con la familia del grafitero para pedir permiso para su restauración. Los propietarios del inmueble están de acuerdo en preservar la firma debido a su valor cultural.
El estado de conservación de la firma es bueno, debido a su protección durante años de agentes ambientales y antropogénicos. Las labores de restauración son llevadas a cabo por Elena Gayo (OAU) y Patricia Colao, (antigua alumna de ESCRBC), tras una evaluación previa.
La limpieza inicial consiste en la eliminación de los restos de cemento sobre la firma, que se realizan con la ayuda de un bisturí mediante picado estático. El polvo y la suciedad general se retiran con una esponja wishab, especialmente indicada en restauración para tareas de limpieza sobre superficies estructurales.

A continuación se procede a una reintegración cromática en los lugares donde ha desaparecido el spray original, de modo que la firma no presente discontinuidades en el trazo que alteren su lectura. Este paso se realiza con un rotulador de acuarela color negro con base al agua, reversible en caso de tener que ser retirado.
Finalmente se consolida la firma con una resina sintética para reforzar su estabilidad y dotarla de protección hasta que se coloque una mampara de seguridad que queda al cargo de la familia de Muelle cuando concluyan las obras en la finca.
Imagen del estado inicial y final de la firma tras su restauración